Las redes sociales nos vuelven autoexigentes con nosotros mismos

El creciente uso de las pantallas tiene consecuencias positivas y negativas. Las positivas las sabemos todos. Pero ¿qué pasa con las otras? Una de las más habladas es el nivel de autoexigencia que nos ocasiona el constante uso de estas, reduciendo así nuestro disfrute.

Las redes sociales nos impiden disfrutar de las cosas que nos gustan pero ¿cómo es que pasa esto? La edición y la posibilidad de no compartir lo que no nos parece perfecto tiene una grave consecuencia de la que nadie está hablando: todo lo que vemos está bien hecho porque lo que no es lo suficientemente bueno no puede ser mostrado al algoritmo. eso a su vez causa que cuando algo nos sale mal, que en un principio queríamos compartir, nos frustramos y nos rendimos.


Esta reacción de angustia también es debida a los comentarios de cyberbullying a los que tenemos normalizados y funciona en nosotros como un ejemplo de lo que no tenemos que hacer (en relación a la persona que recibe el comentario)


Cada vez somos más personas las que usamos las pantallas y cada vez las usamos más tiempo. pero el problema es que aun la mayoría no aprendió a usarlo con conciencia, solo una pequeña porción se preocupa por las consecuencias tiene esta adicción en la cotidianeidad.



Por Sofía Valencia

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