Hay un momento crucial en la vida de un adolescente, cuando comienza su último tramo de secundaria. Nos encontramos con más o menos 185 días en los que estos chicos no solo transcurren su último año en la escuela, el cual es una gran montaña rusa de emociones y experiencias, sino que también se toman decisiones muy importantes y pesadas para la vida.
Empieza un período, de alegría para algunos, y de desesperación para otros, en el cuál tenemos que encontrar lo que queremos para nuestro futuro. ¿Qué fuerte no? Un chico de diecisiete años tiene que encontrar lo que quiere estudiar y probablemente ejercer luego el resto de su vida.
Yo en mis compañeros he visto todo tipo de experiencias.
Por un lado, encontramos a gente decidida, que ya sabe lo que quiere hacer y está segura de ello, que me alegra decir que ese es mi caso. Me cito a mi misma y les puedo decir que "desde que nací mis papás siempre me dejaron las puertas abiertas a todo lo que a mí me gustara". Así a medida que fui creciendo pude reconocer que era eso que me llenaba el alma. ¿Qué es el periodismo?
Por otro lado, tenemos adolescentes que no están seguros. Tienen muchas carreras en mente, pero ninguna asegurada. Aunque algo saben que van a hacer. Otros casos pueden estar más enfocados en lo que el entorno quiere para ese adolescente, más que lo que él mismo quiere. Puede ser alguien en la familia que estudió una carrera y te condiciona a vos también elegir.
Por último, están esas personas las cuales todavía no saben ni tienen ni idea lo que quieren estudiar. Este grupo de gente suele ser el más criticado. ¿Qué pasa si todavía no tengo en claro que quiero?
"Portrait of an Artist" David Hockney
Vivimos en una sociedad en la cual existimos constantemente con miedo al fracaso. Si me tomo un año sabático estoy perdiendo tiempo en mi vida. Si no sé qué estudiar soy una decepción para mi familia y entorno. Ahí es donde uno tiene que decir, está bien. Si crees que todavía no es el tiempo, está bien. Si no encontraste eso que amas, está bien. Si encontraste una carrera que te gustaba, pero la empezaste y te diste cuenta que no, está bien. Está bien equivocarse porque, ¿Si no nos caemos cómo vamos a aprender levantarnos?
Escrita por: Juana Zambonini
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