Estoy a punto de terminar la escuela secundaria y me viene el comienzo del momento más importante de mi vida. Después de finalizar la escuela secundaria, me enfrento a un nuevo capítulo lleno de posibilidades y desafíos. Este período de transición marca el comienzo de una etapa en la que podré explorar mis intereses, definir mis metas y tomar decisiones que darán forma a mi futuro. La vida después de la secundaria se presenta como una fase de descubrimiento personal, donde cada elección será crucial para definir mi futuro.
En este momento de transición, siento una mezcla de emoción y miedo al no tener claro qué camino profesional seguir. Aunque me atrae la idea de trabajar en una empresa y desarrollar una carrera en el ámbito de la administración, algo relacionado con matemática, pero la elección de una especialización específica aún me genera incertidumbre. La falta de una decisión definitiva sobre qué carrera estudiar me preocupa y tengo miedo, temo enfrentar desafíos que no pueda prever. Sin embargo, reconozco la importancia de tomar el tiempo necesario para explorar mis intereses y habilidades, y estoy dispuesto a enfrentar este proceso con la mente abierta y la disposición de aprender y adaptarme a lo que venga. Desde siempre he deseado estudiar y sacar buenas calificaciones, ya que considero que la educación es la clave para un futuro próspero. Aspiro a vivir una vida plena, y sé que para ello es fundamental esforzarme en mis estudios. Mi objetivo es ingresar a una buena universidad y, eventualmente, ganar mucho dinero para viajar, para comprar lo que quiero y cumplir mis sueños. Esta es una aspiración que me motiva a diario, también mi meta, aunque a veces siento la presión de cumplir con las expectativas de quienes me rodean, por ejemplo, mis familias. A pesar de los desafíos, confío en mi capacidad para superar los obstáculos y alcanzar mis metas. Quiero hacer un esfuerzo y quiero vivir la vida que quiero.
Esto les permite tener una mejor calidad de vida y seguridad financiera. Además, la universidad es importante porque no sólo proporciona conocimientos técnicos y especializados, sino que también fomenta habilidades críticas como el pensamiento analítico, la resolución de problemas y la comunicación efectiva. Estas competencias son altamente valoradas en el mercado laboral actual y son esenciales para adaptarse a los constantes cambios en la economía global. Y otra razón por la cual la universidad es importante es porque ofrece un entorno propicio para el crecimiento personal y el desarrollo de una red profesional. Los estudiantes universitarios tienen la oportunidad de conocer a personas de diferentes culturas, lo que enriquece su perspectiva y les permite construir una red de contactos valiosa para su futuro profesional. Por lo tanto, asistir a la universidad es una inversión en uno mismo que puede resultar en una vida más plena y significativa.
Por: Victoria Jin
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