informe de El Centro De Reciclaje De La Ciudad de Buenos Aires (por Valentina Sabino, 1B)

El Centro de Reciclaje de la Ciudad de Buenos Aires es una iniciativa innovadora que tiene como objetivo transformar la gestión de los residuos sólidos urbanos para reducir la cantidad de desechos destinados a los vertederos y fomentar la reutilización de recursos.

A través de una serie de plantas especializadas, el Centro de Reciclaje realiza procesos de transformación que permiten convertir diferentes tipos de materiales en materias primas reutilizables. En biología, el reciclaje abarca todos los procesos de transformación de residuos plásticos que implican la acción de microorganismos o moléculas producidas por ellos, en recursos aprovechables como el compost, es decir, someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar (ya que reciclar ayuda contra el cambio climático y al planeta tierra).

 "Hace tiempo que utilizo material reciclado, la idea de dar una segunda vida a objetos desechados y que la sociedad ya no usa siempre me ha interesado y en mi caso es una de mis formas de poner mi granito de arena ante este grave problema. Creo que el arte puede ser un gran vehículo para concientizar sobre los problemas ambientales porque conecta de una forma muy directa con las personas. El reutilizar las cosas es encontrar la belleza en donde la gente no lo ve" (Miguel Aparici).

Luego de la inauguración del Centro de Reciclaje, que también funciona como centro educativo: "La Ciudad ha mejorado muchísimo en la separación y el tratamiento de los residuos reciclables, ya que hace 4 o 5 años prácticamente no se separaba nada, y venir hoy y ver esta planta es un avance enorme con la mejor tecnología puesta para cuidar el medio ambiente" (Horacio Rodríguez Larreta,2017).

 "La Ciudad está recuperando, de materiales secos, 400 toneladas por día. El objetivo fijado es duplicar esa cantidad y llegar a 800 toneladas/día" (Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público,2017).

Existen diversos tipos de reciclaje, pero en este caso, detallaremos cinco de ellos (la Planta de orgánicos, de residuos forestales, de áridos, PET y MRF).

El 10 de julio de 2023, fuimos con 1A, Lorena, Patricia Trenti, Belén Servidio y Paye hacia el centro, ubicado en Ana Maria Yaner(Villa Soldati).

El objetivo de este informe es recordar nuestra experiencia en este centro y todo lo que aprendimos, para poder abocarlo a nuestra vida diaria, ahora y en un futuro.

Materiales: Para llevar a cabo esta experiencia, nos acompañaron dos guías cuyos nombres eran Grecia y Almendra. Se utilizaron los siguientes elementos:

-Casco

-Tobogán

-Bolsa orgánica y reciclable

Procedimiento:

Para comenzar, una de las coordinadoras se atrasó, motivo por el cual demoramos en entrar; cuando llegó, nos dirigimos al Centro Educativo y se expuso un vídeo (que nos explicaba sus proyectos, y qué es reciclable y que no). Luego, nos deslizamos por un tobogán para buscar nuestros cascos protectores, y se dieron las indicaciones para que tengamos un buen recorrido, sin que nadie se lastime o se pierda.

Posteriormente, se inició el trayecto; donde pasamos por un camino llamado Centro de Información y Promoción de Reciclado (CIPR), allí se podían observar grandes montículos de rocas. Nuestra primera parada fue en la Planta de Orgánicos; donde había dos hombres separando los residuos orgánicos. Se nos explicó que, los residuos orgánicos, que representan un 45% de los residuos sólidos urbanos (que incluyen restos de comida generados por hoteles, hospitales, cadena de restaurantes, y otros), se procesan en esta planta (mediante procesos anaeróbicos (en ausencia del oxígeno) y aeróbicos (en presencia de oxígeno) gracias a los microorganismos cuya función es hacer que se degrade la materia, creado así el compost (enmiendas que enriquecen los suelos de los parques y plazas de la Ciudad).

A continuación, se nos presentó la Planta de residuos forestales, donde se realiza el tratamiento de residuos de poda y forestales, en la ciudad (procesa un total estimado en 18.000 toneladas por año), como las ramas y troncos. Aquí, esos materiales se chipean y zarandean; los chips obtenidos se utilizan para la fabricación de munch o estructurante de suelos. El proceso se realiza en una planta cerrada para evitar la contaminación sonora.

Más tarde, pasamos por el Centro de Información y Promoción del Reciclado, para luego llegar a nuestro nuevo destino; la Planta de áridos. Aquí, los escombros recopilados, mediante programas de recolección y de empresas volqueteras (Se puede tratar hasta 2.400 toneladas de escombros y restos de construcción por día), se separan según si son áridos o no. Luego, se pueden obtener 4 tipos de materiales (fino, granza, puro y cascote), que dan como resultado granas y cascotes reutilizables para la industria de la construcción.

Seguidamente, conocimos la Planta PET. Ésta se encarga de tratar las botellas y envases de plástico (puede procesar hasta 16 toneladas diarias), gracias a los recuperadores urbanos, para transformarlos en materias primas que puedan ser utilizadas para crear nuevos productos. Las botellas se trituran, lavan y se secan, luego separan las impurezas y se transforma el plástico en gránulos que pueden ser utilizados en la fabricación. Con las escamas se pueden crear botellas nuevas, baldes, buzos polares, etc.

Por último, se nos dio a conocer la Planta MRF (Material Recovery Facillity o Instalación de Recuperación de Materiales); es una planta que clasifica y separa automáticamente los materiales reciclables que se encuentran en los contenedores verdes según el tipo de material gracias a la tecnología automatizada y la mano de obra. Primero, se compactan en fardos todos los residuos, permitiendo así que entren a la planta, y luego, se separan para poder reciclarlos de una mejor manera (papel, cartón, plástico, vidrio y metales). Después de la separación, los materiales reciclables se empacan y se envían a las instalaciones correspondientes para su procesamiento y transformación en nuevos productos, permitiendo la recuperación de recursos valiosos y reduciendo la cantidad de desechos enviados a los vertederos.

Finalmente, nuestra visita culminó en el Centro Educativo, donde, gracias a las coordinadoras, se nos hizo competir a 1A contra 1B en una ruleta de preguntas acerca de las plantas, el reciclado y el medioambiente, para ver quiénes aprendieron más, a lo que ganó el primer grupo mencionado. Luego, nos sacamos los cascos, los devolvimos, y nos regalaron unas bolsas ecológicas a cada uno. De ésta manera, finalizó nuestro recorrido en el Centro.

Resultado: En pocas palabras, el Centro de Reciclaje tiene como objetivo darle valor a los residuos mediante procesos especiales en diversas plantas. Esto ayuda a reutilizar las cosas y a disminuir el impacto negativo en el medio ambiente de la ciudad. Este centro desempeña un papel muy importante ya que, a través de procesos especializados en sus distintas plantas, se logra reutilizar materiales, reducir el impacto ambiental y contribuir al bienestar de la comunidad (La planta de orgánicos solo recibe material proveniente de la recolección diferenciada de grandes generadores y, una vez en la planta, los materiales atraviesan un proceso de compostaje. En la planta de los residuos forestales, se cortan y se trituran los residuos de la poda. Por otro lado, en la planta de áridos se tritura y se les da un cuidado especial a los escombros para crear y obtener arenas de alta calidad. En la planta PET ingresan botellas de plástico que se las rompe para transformarlas en escamas. Por último, la planta MRF es aquella que separa todos los residuos que se encuentran en el cesto verde para fabricar nuevos productos).

Conclusiones: En resumen, esta experiencia fue muy productiva, ya que se fusiono diversión con aprendizaje; nos divertimos mucho todos, conocimos personas nuevas, pusimos a prueba nuestro conocimiento, nos enseñaron mucho acerca del medioambiente y del reciclaje. Desde separar y tratar materiales, hasta crear mejoras para el suelo y partes para construcción. Este centro muestra cómo una comunidad puede trabajar para ser más amigable con el ambiente y avanzar hacia un futuro más sostenible para nosotros y para nuestros descendientes. Su enfoque demuestra que el esfuerzo colectivo puede crear una gran diferencia en la sostenibilidad, dentro del entorno urbano.