por Gallardo, Lujan, Trovato y Zhang
Por la pandemia, debido a las restricciones, los espectáculos se vieron obligados a buscar un nuevo modo de trabajo para poder seguir sus obras teniendo en cuenta la situación sanitaria.
Teatro barrial durante los últimos días de la pandemia ubicado en el barrio de Villa Crespo.Durante el año pasado, en el transcurso de la pandemia, los dueños de los teatros de Buenos Aires debieron tomar grandes decisiones respecto a su modo de trabajo. Luego de unos meses empezada la pandemia el gobierno publicó un protocolo para el desarrollo de las actividades escénicas con público, en el cual permitió la vuelta de los teatros a nosotros; a partir de estas medidas cada uno de ellos debieron adaptarse a la situación, algunos decidieron transmitir sus obras vía streaming y otros siguieron con la presencialidad, pero con ciertos cuidados.
Como todos ya sabemos, el COVID-19 provocó una pandemia que afectó a nivel mundial, dejándonos en una cuarentena muy estricta. Debido a esto muchos rubros del trabajo se vieron obligados a cerrar o modificar su modo de trabajo. Ante esto el gobierno de Buenos Aires-Argentina, al igual que todos los países del mundo, anunciaron distintos protocolos, dentro de los que se encuentran restricciones para, en este caso, las obras de teatro.
A principios de la pandemia hasta mediados de junio, la cuarentena era muy estricta, nadie podía salir de sus casas, todos los locales debían estar cerrados, a excepción de aquellos esenciales dentro de los que claramente no se encontraban los teatros. Dentro de los protocolos que el gobierno lanzó el año pasado cuando recién se empezaba a flexibilizar la cuarentena se encuentran las siguientes restricciones:
- Dependiendo de la capacidad del espacio se permite máximo el 50% de personas que caben en el lugar.
- En el caso en que la actividad se realice al aire libre dentro o fuera de la línea oficial de edificación, las personas deberán estar a 4m2 de cada uno. El tope para eventos por dentro de la línea oficial de edificación es de 2500 personas, en cambio, si es por fuera de esta el tope será 1500 personas.
- Deberán marcarse ingresos y salidas, y se recomienda asistir con los tickets de entrada, comprados vía online o telefónica.
- El público deberá tener acceso a desinfectantes, como alcohol en gel.
- Se les tomará la temperatura a los asistentes del público (al igual que los espectadores de la obra). Además, estos deberán presentar la declaración jurada de salud.
- En espacios con butacas fijas se deberán intercalar en cada fila las butacas ocupadas y libres, a excepción de un mismo grupo conviviente; con máximo de 6 personas en continuo (sin butacas vacías entre ellos).
- En espacios sin butacas las ubicaciones estarán distribuidas, señalizadas, numeradas y se podrá realizar seleccionando alguna modalidad de distribución según demarcación en el suelo-burbujas sociales, sillas distanciadas y cualquier otra estructura en la que puedan disponerse los asistentes, siempre que se garantice la accesibilidad a personas discapacitadas.
- La distancia entre asistentes y modalidades deberá ser de 1,5 mts.
- No se permitirá el desplazamiento público durante la obra, excepto para el uso del sanitario.
- Los artistas deberán usar tapabocas en todos los espacios habilitados a excepción de cuando estén actuando en el escenario.
Estas y varias restricciones más fueron publicadas por el gobierno a mediados del año pasado durante la crisis sanitaria cuando recién se empezaba a habilitar la apertura de los teatros. Aunque algunas de estas medidas fueron modificadas la gran mayoría se mantiene.
Muchos actores y actrices decidieron seguir su propio camino, debido a los cierres de los teatros. Algunos/as se sumaron al mundo de YouTube, otros fueron a trabajar en las calles, o se buscaron la mejor forma para seguir trabajando.
La agrupación de actrices argentinas en conjunto con colegas y otras organizaciones escribieron una carta abierta, la cual lleva más de 2600 firmas de actrices y actores, por la situación que están viviendo debido a su falta de trabajo. Esta carta va dirigida a la opinión pública y a los gobernantes.
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