Grego Rosello: "Fui el primer comediante de stand up en la historia del país en llenar el Gran Rex"

Grego Rosello es conductor, actor e influencer. Realiza también shows de stand up y todas las tardes conduce el programa ESPN Redes.

- ¿Cómo es tu entorno laboral en el programa?

- La verdad que es hermoso, tanto la gente que está al frente de cámara como las que están atrás. De a poco se fue formando un grupo de amigos así que la verdad que la pasamos bien. La gente en la calle me dice “Che, parece que se cagan de la risa” y yo les digo “no, no parece, es así”. Obviamente de una manera responsable y siempre informado respecto de los invitados, metiéndole un poco de humor, un poco de risa y un poco de información.

- Como sabemos sos hincha de River, fanático. ¿Qué se sintió para vos presenciar la final de la Copa Libertadores entre Boca y River?

-Sí, el mejor partido que vi en una cancha en toda mi vida. Tuve el gusto de estar en la cena con los jugadores, una experiencia de esas que no me voy a olvidar nunca más, increíble.

- ¿Cómo tomaron tus hermanos el asunto de tu fama?

- Fue toda una movida la explosión de los seguidores. De repente la gente me empieza a ubicar en la calle, me piden fotos, empiezan a reconocer a mis hermanos. Mi hermanito más chiquito tiene 30.000 seguidores que es raro con 14 años. Estar en los videos nunca fue una cuestión comercial ni un acuerdo con ellos sino una diversión. Cuando no se diviertan más, no lo hacemos más. La pasamos bien, es mi laburo, es una manera de meterlos en él y de pasar tiempo juntos.

- ¿Cómo fue para vos llenar el Gran Rex con tu show de stand up?

- La verdad que fue una experiencia magnífica. Fui el primer comediante de stand up en la historia del país en llenar el Gran Rex y con 24 años. Un lujo, una experiencia tremenda con 3200 personas. De sólo pensar que por ese escenario pasaron Bob Dylan, Diego Torres, Charly García, estar ahí parado fue un lujo y una responsabilidad. Además tuve la oportunidad de hacerlo más de una vez y es un recuerdo que me va a quedar para toda la vida.

Por Martina Báez, Federico Cáceres y Lucas Papavero